Gracia Redentora Kids

En Gracia Redentora creemos en la supremacía de la Palabra de Dios y el poder del Evangelio para alcanzar a toda persona, sin importar su raza, procedencia o edad. Creemos que el Evangelio es suficiente para nuestros niños y por esto creemos en la participación de toda la familia en el servicio congregacional.

Aún así, deseamos ser intencionales al instruir una generación nueva en las verdades de Dios. Anhelamos ver una generación de niños que puedan conocer. creer y proclamar las verdades del Evangelio. Para esto creemos en la integración de la pastoral, maestros y padres dentro de nuestro ministerio de niños. Pero, En qué consiste este Gracia Redentora Kids? Son tres (3) componentes los que deseamos desarrollar no sólo en los niños , sino tambien en su círculo familiar:

Estudios Bíblicos

En Gracia Redentora creemos que no debemos subestimar a los niños en la compresión de grandes verdades bíblicas. Es por esto que promovemos la profundidad en la comprensión de estas verdades y la aplicación a sus vidas. Utilizamos un currículo que promueve esta enseñanza con una presentación creativa, sin diluir la verdad del Evangelio que tanto ellos necesitan. Cada niños podrá conocer las historias del Antiguo Testamento, pero comprendiendo su relación con la historia de la redención en Cristo.

Memorización de Versículos

La memorización de la Biblia proporciona una herramienta poderosa en la vida de los niños ante los ataques del enemigos y los retos en la vida cristiana.

Catecismo Familiar

Cuál es nuestra única esperanza en la vida y la muerte?

Romanos 14: 7-8

Nuestra esperanza es que no nos pertenecemos a nosotros mismos sino, en cuerpo y en alma, en vida y muerte, a Dios y a nuestro Salvador Jesucristo.

Estas son las palabras de apertura del Catecismo Familiar (New City Catechism). Nos parecieran familiar al escucharlas en sermones y libros , pero pocos parecen conocer su fuente. Hoy en día muchas iglesias identifican su “Declaración de Fe” de manera breve y resumida, pero en un pasado documentos como estos se esperaban que fueran ricos de contenido bíblico. Eran escritos en forma de preguntas y respuestas, con la intención de que la congregación y las familias memorizaran dicho credo o confesión de Fe. Se le conocía como catecismo, de su definición griega que significaba “instruir por oralmente”. El Catecismo de Westminster (1648) y el Catecismo de Heidelberg (1563) eran entre los más conocidos, y actualmente se utilizan como el estándar doctrinal y de Fe en muchas iglesias.

En cuanto a esta versión del Catecismo “New City” el mismo es basado en una adaptación del Catecismo de Westminster (corto), Catecismo de Heidelberg y Catecismo de Ginebra de Calvino. Es de esta manera que dicha versión nos ofrece un espectro amplio de los catecismo de la era de la Reforma.

¿Cómo usar el Catecismo Familiar?

La intención principal es que se pueda implementar la práctica familiar de poder aprenderse estas preguntas con sus respuestas. Se recomienda que se puedan memorizar las preguntas en pares. El cómo y cuando los padres deben usar el catecismo, puede variar de acuerdo a la familia. Puede utilizarse en tiempo de devocional, desayuno, al acostarse o en juegos. Lo importante es poder seleccionar un tiempo diario y/o semanal para dedicarle unos 10 a 15 minutos a la memorización y meditación en cada pregunta.

Un llamado Pastoral

Y al que se le enseña la palabra, que comparta toda cosa buena con el le enseña”- Gálatas 6:6

Cuando Pablo menciona “al que se le enseña la palabra”, lo que significa en su origen griego es “ al que se le catequiza”. Y lo que podemos interpretar es que al maestro cristiano su salario no es un pago, sino la comunión de unos con otros. En Gracia Redentora esa es nuestra visión, que podamos crecer en la comunión unos con otros y “habitando en abundancia la palabra de Cristo en cada uno de nosotros (Colosenses 3:16). ¿Cómo logramos esto? Precisamente instruyendo y enseñando la palabra, siendo los catecismos unos medios de gracia para lograr esto.

Todos anhelamos una generación de niños rendidos a la voluntad de Dios, pero para ver que nuestros niños se vuelvan a Dios, primero nosotros los padres tenemos que volver nuestro corazón ante Él. Podremos tomar livianamente nuestro llamado como Padres, pero ciertamente el enemigo no tomará livianamente el atacar a nuestros hijos. No descansemos hasta que estas palabras de Dios hagan eco en nuestra consciencia, práctica y en nuestro corazón:

“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y las atarás como un señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.” – Deuteronomio 6:5-9

Nuestro mayor anhelo en Gracia Redentora es ver una generación nueva de niños que crezcan en el temor a Dios y que sus vidas sean un vivo ejemplo de lo que significa vivir para Su Gloria. Que Dios nos ayude en esta gran encomienda con nuestros hijo; enseñarles a amar a Dios y su Palabra con todas sus fuerzas.